

La Fiesta Nacional de los Estudiantes (FNE) es una festividad originaria de San Salvador de Jujuy que se celebra con carácter anual en distintos puntos de la Provincia de Jujuy, Argentina. La Fiesta tiene lugar durante la Semana del Estudiante argentina y da la bienvenida a la primavera, que inicia 21 de septiembre en el hemisferio sur. Se celebra a fines del mes de septiembre por aproximadamente 10 días, conmemorando el cambio de estación y a la juventud mediante tres eventos principales dirigidos principalmente a los estudiantes de educación secundaria y seguidos por casi la totalidad de de la población jujeña gracias a la cobertura completa de parte de todos los medios de comunicación: desfiles de carrozas y carruajes alegóricos, elecciones de representantes y el Congreso de la Juventud.
Asimismo, simultáneamente se realizan fiestas, campañas de concientización, conciertos, concursos artísticos y competencias deportivas para los estudiantes de todos los niveles educativos de la provincia.
Manteniendo la tradición iniciada a inicios de la década de los años 1950 a nivel local, que se extendió a nivel nacional dos décadas después, se dice que en esa época Jujuy se transforma en la Capital Nacional de la Juventud y la Primavera. El apoyo definitivo del gobierno nacional llegó en el año 2004, cuando este estatus fue ratificado por el Senado de la Nación Argentina mediante la sanción de la Ley 25.933.
La pandemia de COVID-19 provocó una traumática cancelación de la gran mayoría de los eventos de la Fiesta en el año 2020 y forzó a la organización a realizar la edición de manera virtual, lo que supuso un hecho histórico que rompió con costumbres que duraron 68 años ininterrumpidamente. No obstante, mediante una extensa serie de protocolos sanitarios, gran parte de las celebraciones se reinstauraron y se reformaron para la 70° edición de 2021.
La dimensión y envergadura de la Fiesta llevó en 1996 a la creación del Ente Autárquico Permanente, organismo del gobierno provincial que se encarga de supervisar las festividades en conjunto con la Comisión Estudiantil, compuesta por estudiantes de nivel secundario de toda la provincia. Cada año, el Ente se encarga de delinear un reglamento y supervisar su cumplimiento, en particular con respecto a los desfiles de carrozas y las instancias de elección de representantes estudiantiles, que por su número y masividad ahora se realizan desde el inicio del año escolar y a lo largo de todo el territorio nacional.
Mediante la Comisión y el contacto con las distintas autoridades escolares provinciales, se logra llegar a cada colegio y escuela para garantizar una preparación correcta, una participación inclusiva y la mayor colaboración posible entre estudiantes.
Los orígenes de la popular "Fiesta de los Estudiantes" que todos los años convoca y despliega las energías de miles de jóvenes jujeños y de otras latitudes del país, se remontan al Jujuy de los años 1916-1917, signados éstos por la apertura democrática ocurrida durante los primeros gobiernos reformistas radicales, que en la provincia se sucedieron tras la caída del último gobernador roquista Mariano Valle, quien finalizó su mandato a fines de 1917 con una intervención federal.
Del Colegio Nacional n°1 "Teodoro Sánchez de Bustamante", ubicado en el casco céntrico de San Salvador de Jujuy, "legado de las reformas educativas de la Generación del ’80", egresaban los miembros más destacados de la elite social y política que luego gobernaría la provincia durante durante todo el siglo XX. Apellidos "ilustres" como los Bustamante, Bertrés, Cicarelli, Sarmiento, Prebisch, Guzmán, Martiarena, Bárcena, Snopek, hacían su recorrido intelectual por esa casa de estudios. Allí, los estudiantes organizaron las primeras "estudiantinas": veladas que expresaban una fuerte politización de esa juventud y fueron el antecedente de lo que en 1918 pasó a llamarse oficialmente "el Vejigazo" que significa "vejiga llena de viento que al golpear no daña" aludiendo al carácter hilarante que adquirieron estos festejos que se realizaban la primavera de todos los años con obras teatrales y murgas que recorrían la ciudad.

La particularidad de estos eventos residía en el fuerte contenido político de las intervenciones que realizaban los estudiantes. Una juventud perteneciente a los estratos altos de la sociedad jujeña se congregaba primero en el Colegio Nacional y luego en el Teatro Mitre, para satirizar por medio de sketchs humorísticos de gran creatividad a los personajes políticos de la época. Jefes de policía, diputados, ministros, gobernadores, y hasta empresarios como el dueño del Ingenio Ledesma Herminio Arrieta, o el mismísimo presidente Hipólito Yrigoyen, eran parodiados por los estudiantes, y ovacionados por las audiencias que "no podían contener sus vejigas de la risa". También realizaban números de bataclanas, o parodias de vals o tangos famosos con letras reinventadas, y editaban y difundían revistas que abordaban temas sociales y políticos, ridiculizando a comerciantes, profesores, políticos, y autoridades en general. Despertaron no pocas veces la animadversión de la policía, como cuando en una ocasión se burlaban de un oficial en San Pedro y por ello fueron arrestados, o cuando en una escena representaban al gobernador asesinado por una rebelión policial.
Numerosos estudiantes que se volcaron al mundo de la poesía, la música, la pintura, el dibujo, y que luego se convertirían en renombrados artistas como Domingo Zerpa, Raúl Martín Galán, Marcos Paz, Miguel Angel Pereira fueron partícipes de los vejigazos.
Éstos se sucedieron año tras año, algunos de ellos con cierta disminución del contenido político a causa de las intervenciones militares y la censura del gobierno, hasta que en 1947, finalmente fueron sancionados y prohibidos por las autoridades por razones de "moralidad y buenas costumbres". De allí en más, esta tradición fue reemplazada por las "elecciones de reinas" y los desfiles de carrozas.
